Hace un año de la lucha contra la
construcción del bulevar de Gamonal, en la cual fuimos partícipes de cómo un
barrio entusiasmaba y demostraba a todo el mundo que no tenemos porque pasar
por su aro, ni resignarnos a agachar la cabeza. Cada uno de los ciudadanos demostró su
algarabía, sacó coraje y fuerza de dentro y los vecinos de Burgos
volvimos a inundar las calles de honra, valentía y humildad, manifestándonos ante
la construcción del Bulevar. Al final, conseguimos que el Alcalde de Burgos
retirase el proyecto y establecer la normalidad en el barrio.
Fue una semana dramática, de mucha
tensión y nerviosismo, debido al amplio despliegue de antidisturbios, las secuelas
terminaron con decenas de heridos y más de 50 detenidos.
Por eso hoy queremos volver a
resaltar aquella memorable hazaña que tuvimos como ciudadanos de Burgos.
Durante toda la semana la asamblea de Gamonal va a realizar una serie de
actividades recopilando aquellos recuerdos que aún perduran en nuestras
cabezas.
En conmemoración, Eskina Burgalesa, ha
realizado una entrevista a algunos de los afectados y encausados en la semana
de la polémica. Nos han pedido que por favor, no saliesen sus nombres, así que
les reservaremos su anonimato.
A continuación la entrevista:
EB: ¿Cuál fue el motivo
que te incitó a estar en la manifestación el día 10-1-2014?
A1: Hartos de la corrupción, del despilfarro que nos rodea…
decidí luchar por mis intereses y derechos por lo que salí a la calle a reivindicar
mi oposición al proyecto.
A2: No queríamos despilfarrar tanto dineral en esa “obra
faraónica “, la cual solo beneficiaba a los mismos de siempre: Méndez Pozo y compañía.
Decidí salir a manifestarme para demostrar mi desacuerdo ante tal construcción.
EB: Una vez que las
máquinas estaban en la calle vitoria empezando a trabajar ¿Cómo os sentisteis? ¿Cómo
reaccionasteis el primer día que os enterasteis?
A1: Nos sentimos engañados y defraudados, ya que, después de
varias manifestaciones pacíficas multitudinarias, se había demostrado
claramente por parte de los vecinos la negativa a la construcción del bulevar.
Reaccionamos rápidamente, al informarnos por diversas
redes sociales que las máquinas empezaban a trabajar. Nada más que nos enteramos
bajamos a la calle lo más rápido posible.
A2: Actuaron de forma clandestina sin escuchar a los
ciudadanos que son los que sabemos en primera persona las carencias y
necesidades que tiene el barrio. Por ello, nos sentimos estafados y
decepcionados.
Me acuerdo estar comiendo y me llamó un amigo y me dijo “Hay
que salir ya a la calle, no tenemos más tiempo. Las obras han empezado”.
EB: ¿Cómo conseguisteis
reunir a tanta gente en tan poco tiempo?
A1: Uno a uno fuimos bajando a la calle y fuimos avisando y
llamando por los timbres de los vecinos, enseguida la gente respondió saliendo
y juntándose al resto de los manifestantes frente a la Orensana.
A2: Poco a poco fuimos juntando gente y fue el boca a boca lo
que nos permitió reunirnos bastantes vecinos en poco tiempo.
EB: Según iban pasando
las horas y cayendo la noche, ¿Cómo transcurría la situación?
A1: Conforme pasaban las horas la tensión aumentaba y el nerviosismo
se palpaba en el ambiente. Hubo los primeros encontronazos con la policía al
lema de “Gamonal no quiere bulevar”. Después, nos fuimos dividendo en distintos
grupos ocupando todas las calles de la zona hasta llegar al edificio de la
telefónica. Fue allí, donde se desencadenó toda la trifulca.
A2: Mucha tensión cuando la policía nos apartó a empujones y
de malas maneras frente la floristería Castilla, cuando impedíamos la entrada
de las máquinas. Pasaban las horas y la noticia fue haciéndose eco, miles y
miles de ciudadanos del barrio se unieron a nuestra lucha en la Orensana.
Después, a eso de las diez de la noche nos fuimos desplazando hacia la
gasolinera que fue cuando se desató el caos y los primeros altercados.
EB: Hubo distintas
cargas y persecuciones policiales a lo que la gente respondió con el
arrojamiento de objetos… Contadnos vuestra experiencia
A1: En primer lugar, decir que yo solo me manifestaba pacíficamente
con el resto de compañeros, sin ni siquiera haber alterado el orden y al ver
como los antidisturbios cargaban hacia nosotros eché a correr con la mala
fortuna de que en cierto punto de la calle vitoria me alcanzaron y me
propinaron la brutal agresión policial que sufrí.
A2: Estaba como el resto de ciudadanos reunidos en el
edificio de Telefónica cuando se produjo las primeras cargas policiales. Eché a
correr hacia los edificios de la Barriada Juan XXIII, no tuve escapatoria y me
detuvieron.
EB: ¿Cuál fueron las
consecuencias de tal agresión? ¿Y del arresto?
A1: Solo recuerdo como la porra me golpeaba el rostro
repetidas veces. Me desplomé en el suelo y me quedé en estado de shock. Me
agarraron unas personas y me alejaron a un sitio más apartado para atenderme.
Allí me di cuenta de que algo serio tenía, ya que, no dejaba de chorrear sangre
por la nariz.
A2: Me metieron en un furgón y me llevaron a los calabozos.
Una vez allí, me tomaron los datos y después me trasladaron a una pequeña
celda.
EB: ¿Cuál fue el
resultado final? ¿Cuál era la situación dentro de los calabozos?
A1: Rotura de tabique por diversos sitios… y ahí no acabó
todo; por aquel entonces yo estaba trabajando, lo que me supuso la pérdida de
éste por coger la baja.
A2: La situación era desesperante, por unos momentos me
invadió la tristeza y el desconsuelo. Tan solo nos dieron una delgada
colchoneta y una desaliñada manta. Oía distintas voces de compañeros en las
celdas de al lado, pero los barrotes me impedían verles la cara.
Los policías con aires de superioridad nos decían que íbamos
a estar ahí metidos durante tres días.
EB: ¿Cuál fue tu
sorpresa?
A1: Transcurridos varios meses, me llegó una carta del
hospital en la cual me mandaban a declarar tras los hechos. Y en caso de que hallasen
pruebas de que había estado implicado en los altercados me tocaba pagar a mí la
operación.
A2: Recuerdo salir de comisaría y estar esperándome un montón
de vecinos de Burgos, me emocioné al ver que no había estado solo y que de una
manera o de otra había gente que me había estado apoyando en esos malos
momentos.
EB: Te llega una carta
del hospital y …¿Qué hiciste al respecto?
A1: Fui a los juzgados a informarme de que estaba ocurriendo
y el resultado fue sorprendente: me decían que si la policía no me denunciaba
por haber estado manifestándome y yo a ellos tampoco por la agresión, la cosa
se terminaba sin consecuencias para ninguno.
EB: Entonces, ¿fuiste
chantajeado y sometido al miedo para que no hablases sobre lo sucedido?
A1: Por desgracia, así fue.
A2: Pasé miedo sí, escuchaba gritos y quejas de compañeros en
las celdas cercanas a la mía. Tenía miedo a que me pegasen a mí también.
EB: ¿Te llegaba
información de lo que seguía sucediendo en el barrio de Gamonal estando en el
hospital?
A1: Sí, me enteraba a través de los medios de comunicación y
por las llamadas de los amigos.
EB: Última pregunta,
tras enteraros de que la obra concluía debido a la presión vecinal ¿Cuáles fueron
vuestros sentimientos?
A1: Alegría, orgullo, satisfacción…Mucha alegría al ver que
tanto esfuerzo y coraje había merecido la pena.
Revolucionamos e hicimos que saliera toda España a la
calle a decir un ¡Basta ya! ante la situación de corrupción que nos gobierna,
fuimos ejemplo de unión y valentía por todo el mundo.
A2: Felicidad y mucha honra al ver como el cántico se cumplía
“El pueblo unido jamás será vencido”.
Después de un año, me gustaría mandar un abrazo a todos los
que salieron a las calles y demostraron coraje, aquellos que nos apoyaron en
los duros momentos que pasamos y que no se olviden rápidamente de lo sucedido,
ya que, si hoy pasamos por la Calle Vitoria con orgullo es gracias a cada uno
de nosotros.
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